LAS HERIDAS DEL VIENTO

Si hiciéramos una imaginaria columna con lo que se ha escrito sobre el amor, es seguro que la misma llegaría a alturas inimaginables. Pero finalmente ¿sabemos que es y cómo se construye esa maravillosa vivencia humana?,

El estreno en Buenos Aires de la magnífica, en apariencia sencilla, obra teatral del español Juan Carlos Rubio “LAS HERIDAS DEL VIENTO”,pero ello está muy lejos. El texto es una bella y profunda indagación de los sentimientos y reacciones de los humanos .

El encuentro de dos seres producto de una accidentada circunstancia, completamente diferentes el uno del otro, pero entrañables ambos, con frustraciones en sus vidas, encaran un diálogo con tremenda valentía,y coraje, no alejadas a un cierto humor ácido y tratando de comprenderse, pese a sus diferencias, o a mejor decir, opuestos en sus modos de vida.

Uno, con una vida familiar aún soltero , el otro inmerso en una vida solitaria falto de afecto y en una permanente búsqueda de cariño a pesar de sus años.

Unas cartas encontradas en la casa del padre luego de su fallecimiento, que parecen comprometedoras sobre una vida que parece y no es, o tal ves si, son la consecuencia del encuentro de quien quiere enterarse sobre la vida de su progenitor y logra ubicar a quien remitió las mismas.

El enfrentamiento casi violento en su inicio, de a poco los irá acercando y tratando de comprenderse e indagándose al mismo tiempo sobre ellos mismos.

“¿Porque tanto interés en saber sobre tu padre después de muerto, cuando nunca te interesó en vida?”.” Es que nunca recibí cariño de parte de él,” le replica el hijo.

Tu padre fue muy infeliz en toda su existencia, la relación familiar fue muy difícil y el trasmitió lo que pudo. Y es aquí donde la obra cobra tremenda dimensión.¿Puede alguien que no recibió cariño y amor en vida poder trasmitirlo a otro? Quizás sea éste el centro fundamental del dilema y que tanto esta afectando a la actual generación.

Estamos atados a esquemas ya perimidos o en camino de serlo. Nuestra sociedad se debate en que es el amor.¿ Hay una sola forma, la conocida trasmitida a través de la tradición religiosa o la actualmente en discusión sobre la libertad de elección y a conciencia de cada uno?

La desnudez de los sentimientos, la frustración de los deseos se manifiestan, pero a su vez también es un canto a la vida y a no perder las esperanzas a poder concretarlo.

Jordán compone un sufrido y doliente personaje que había encontrado o creyó haber encontrado el amor de su vida. Es un ser con necesidad de amar y ser amado, se frustró al no tener respuesta e intentó entablar una relación pero no fue correspondido o quizás en algo si.

De sus cartas sólo recibió como respuestas, sobres con papel en blanco

La rebeldía a los tabúes que se nos vienen trasmitiendo, son puestos a discusión, pero con un humanismo,sensibilidad y mucho respeto, factores estos que se trasmiten a la platea.

Miguel Jordán emociona con su interpretación: este legendario actor, premiado con la “estrella de mar” en Mar del Plata por esta actuación y que acaba de festejar sus 60 años con el teatro, no hace más que refirmar que es uno de nuestros máximos actores. Sus movimientos en el escenario, sus cambios emocionales, gestos,silencios y reacciones dramáticas, así lo demuestran. Esta muy bien acompañado por Mariano Fernández en el complicado papel del hijo.

Correctisima la dirección de Gaston Marioni que logró evitar toda la probable exageración que el texto podía dar lugar. Maneja los tiempos

y el crecendo dramático a la perfección permitiendo el lucimiento actoral dotándolos de una jerarquía que acentuá el altísimo nivel de nuestro teatro.

Un espectáculo inmensamente humano que nos permite observar y meditar un poco sobre las miserias y los prejuicios que aun están inmersos en nosotros.

JAIME TARASOW A M 1580 TRADICIÓN

Teatro BUENOS AIRES-Junio 2018