El recordado Tato Pavlowsky expresó en referencia a cual es la singularidad del teatro, “que para el actor, es el único arte donde puede estar solo y hacer teatro . Por eso no va morir nunca.” Ningún arte lo puede superar al teatro.

Hay también quienes dicen que no hay que hacer teatro pensando mucho en el personaje, sino que pensarlo cuando se lo interpreta; una cosa es pensarlo en la cabeza y otra pensarlo cuando se lo actúa. Pero en definitiva este maravilloso arte es vida, es pasión, es acción dramática, es búsqueda de territorios nuevos, es asombrarse en algún momento, estar abierto a que cada función, sea una ceremonia abierta.

En el espacio escénico hay dos campos que se juntan y un límite difícil de diferenciar: que son la ficción y la realidad

Quienes tenemos la hermosa rutina de ver teatro, no dejamos de asombrarnos con algunas propuestas artísticas, fundamentalmente las devenidas del teatro independiente. Dentro de ese sorprendente universo hay que destacar SHAMROCK comedia en verso ,una verdadera delicia artística donde todo lo que puede pretenderse de este inigualable arte está concretada; un magnifico texto de Brenda Howlin, con una impresionante interpretación , (no exagero si las considero memorables). Muy lograda y estupenda dirección de Nano Zyssholtz, que logra un manejo actoral tan enorme que me permite tal elogio, en una puesta con un ritmo vertiginoso. Es difícil describirlo, hay que disfrutarlo en directo. Es de tal magnitud el contenido, tan irónico describiendo a la sociedad discriminatoria que debería ser vista y discutida en el ámbito estudiantil.

El drama de la inmigración está tratada en la típica forma de comedia de enredos, donde se yuxtaponen muy inteligentemente los tiempos del pasado con el presente, en donde aflora en ésta nefasta sociedad patriarcal la lucha de las mujeres que están enfrentando, los prejuicios sobre la virginidad como el casamiento arreglado y sin consentimiento de la presunta novia.

Una joven irlandesa debido a la impresionante hambruna que padecía Irlanda desde mediados de los ochenta hasta principios de 1900, más los permanentes conflictos militares que se agregaban a esa hambruna, es enviada a nuestro país a encontrase con quien los padres habían arreglado para casarse, tener hijos, educarlos y complacer al marido como lo indica la tradición religiosa. Su llegada al país no fue lo feliz que esperaba, nadie estaba para recibirla, solo encontró un joven irlandés treinta añero que esperaba una novia que nunca llegó. Esa triste realidad la padecieron gran cantidad de irlandeses, que debieron emigrar a otros lugares, para buscar mejores condiciones de vida.

Esos arreglos matrimoniales eran comunes en Europa donde la mujer no era consultada y que aun también aquí en colectividades, sigue vigente estos espurios arreglos.

Muy pronto se enteró que quien debía esperarla, y que había llegado hacia ya un tiempo, era un Don Juan muy chanta, por lo que sólo con la ayuda del irlandés que buscaba novia y trataba de conquistarla, sin conocer el idioma, se las arregló. Con una empleada del hotel de inmigrantes forma una sociedad para vender “scones”un manjar irlandés, emprendiendo una nueva vida. Dice Brenda Howlin. “La obra cuenta las miserias de esos inmigrantes con mucho humor, por momentos con un registro clownesco, los actores se divierten en escena y eso inevitablemente se traslada a la platea”. Y yo agrego: que es en ese momento que se produce ese encantador ritual mágico entre lo que se vivencia en el escenario y el público, que me arriesgo a decir que sólo lo logra el teatro.

Con apariencia de comedia liviana a través de todas las facetas del humor hay una penetración al momento actual y las luchas reivindicatorias sobre el patriarcado existente y el derecho de la mujer a desarrollarse como ser, no someterse al yugo conyugal por disposición de otros, sino cuando ella lo decida.

Una concreción artística enorme, toda la parte técnica acorde con la envergadura de este emprendimiento. Una creativa escenografía movible, la vestimenta muy bien lograda, como también el juego de luces.

Hay escenas desopilantes, hallazgos escénicos sorprendentes y una sutil pero punzante ridiculización del machismo y podría seguir enumerando las virtudes como la caracterización de los personajes.

Solo puedo agregar que son de estos espectáculos que se integran en uno y hasta el resto de nuestras vidas no lo olvidaremos.

JAIME TARASOW.-AM 1580 TRADICIÓN.-

TEATRO BECKETT.- GUARDIA VIEJA 3556.- VIERNES 21 HS.-

Ficha técnico artística