GOY, EL MUSICAL
Sebastián
Kirszner ha dejado de ser una interesante promesa para convertirse
en una atrayente realidad. Su visión en la elaboración de una
dramaturgia cuestionadora de una sociedad llena de conflictos y pre
conceptos negativos, los concreta especialmente con GOY, final de un
tríptico que centra a primera vista una temática relativa a la
colectividad israelita, pero con una mirada más profunda. Se nota
que la traspasa .
Los
que parecieran conflictos sectoriales, él los universaliza. He aquí
su talento y su mirada profunda del ser humano , sus constantes
vaivenes y desazones, tratando de comprenderlos y no juzgarlos.
Ya
hemos comentado y analizado parte de las integrantes del trio, “El
ciclo Mandelbaum” y la Shikse”. Se completa con GOY,el musical,
donde vuelve a afrontar el dilema, hoy más que nunca actualizado y
en debate, respecto a cuál es la vida que queremos vivir y quien y
porque nos quieren imponer otra.
Hay
una sexualidad pre establecida o ella es inherente a cada uno?.
Dani
Garber, el personaje principal había llevado una vida normal hasta
entonces. Nacido y criado en el seno de una familia judía
tradicionalista, pero no religiosa. Abuelo,padre, él y su hijo
respetaron los preceptos fundamentales de la tradición judaica como
ser la circuncisión, el bar mitzva(celebración de los 13 años y su
entrada a ser mayor) el casamiento debajo de la jupa pero no mucho
más, salvo por status, alguna celebración importante.
Socio
de un importante club de la clase media alta y adinerada de la
colectividad, nostálgico de los viajes de placer y de las fiestas y
celebraciones familiares con orquesta y comilonas increíbles de años
atrás. Algo dentro de él modifica su existencia y como por un
estallido, abandona su casa y se va a vivir a una pensión, donde
alquila una pieza apartándose de todo, su familia,sus amigos el
club, para encerrarse en ese tugurio donde convive con una cucaracha
gigante. ¿Algún semejanza con lo mugrienta que es nuestra sociedad,
prejuiciosa y discriminatoria, además sólo imbuida en el interés
monetario y no humano?.
Pasado
un cierto tiempo su mejor amigo logra ubicarlo y trata de convencerlo
de volver a su anterior vivencia. Lo muy interesante de la puesta es
que a través de la música y los cantos en una interesante yuxta
posición, GOY indaga sobre la identidad.Y cómo uno quiere disfrutar
esta vida, quien nos impone el modelo y donde está la libertad de
elección. Entre el desparpajo y el absurdo de alguna situaciones
Kirszner nos enfrenta al dilema de la libertad de elección, la
rutina, los preconceptos y que, sólo uno, es dueño de su forma de
vivir, y lo genial de él es que partiendo de una temática y del
arte tradicional judío con su mirada innovadora ,no se aleja de ella
dándole una actualidad de trascendencia.
Su
deseo es que su teatro no sea banal y hasta ahora lo está logrando.
Muy
buenas las interpretaciones, bien manejados los tiempos lo que
permite el lucimiento de los actores. Una constante en el director.
Un
espectáculo que en su aparente humor y musicalidad le trasmite al
espectador la necesidad de meditar a lo observado y un mirarse a uno
mismo.
JAIME
TARASOW- AM 1580 TRADICION
TEATRO
LA PAUSA TEATRAL -JULIO 2018
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