EL HOMBRE DE ACERO

Una obra inmensamente bella, sencilla y hondamente emocionante es EL HOMBRE DE ACERO cuya temática nos sumerge en la conflictiva o problemática relación entre un padre y su hijo que padece una afección neurológica.

La dramaturgia nos describe el comportamiento sumamente racional y la cordura en su proceder, inmerso en la desesperación de éste padre que debe enfrentar el padecimiento del autismo de su hijo, en pleno desarrollo de su despertar sexual.

Inmensamente angustiado trata con suma paciencia y transitando por todos los estados anímicos,busca de entablar un vínculo afectivo, comprenderlo y ayudarlo. Sabe que la discapacidad que sufre afecta su desarrollo, y puede provocar problemas sociales,comunicacionales y de conductas muy especiales.

Esta maravillosa concepción artística, logra que el espectador no sea un observador pasivo de lo que está sucediendo, sino que se convierta en cómplice de lo que le están presentando y, en este monólogo, aquello cobra inmensa realidad, pues se convierte en un diálogo monologado dirigiéndose permanentemente a alguien invisible sentado en la platea y con el público a quien le va contando su padecer, sabiendo que no tendrá respuesta, aunque le suplica ayuda a su inclaudicable lucha, por la que está transitando.

Juan Francisco Dasso elaboró esta magnífica dramaturgia, brillante hasta el último segundo, luego de trabajar varios años en discapacidad, por lo que mamó a fondo sus consecuencias.

Analiza la frustrante relación padre-hijo y como y por que medios destrabar la conflictiva relación.

Desgrana recuerdos y anécdotas de sus años juveniles y emociona al público de sus sinceras y loables intenciones. Todo magistralmente teatralizado.

Pero si el intenso texto premiado, del joven y ya consagrado dramaturgo y director Juan Francisco Dasso, penetra en lo más profundo de los sentimientos humanos, la actuación de Marcos Montes se introduce de tal forma en el personaje, que se aleja de una ficción. Sus cambios anímicos y faciales son tan naturales que uno llega a pensar que lo que nos va relatando son sus propias vivencias, por lo que al público lo llega a emocionar tan intensamente que el dolor y la esperanza del personaje le producen lágrimas.

No encuentro palabras para describir el trabajo actoral, es difícil describir como tan sencillamente, tan naturalmente sin caer en el melodrama ni en golpes bajos, nos va describiendo esta dura historia de un padre que nunca pudo conectarse intensamente con su hijo, ni mirarse a los ojos, y busca la intervención del amigo que sufre su misma enfermedad, invisible en la sala con el cual dialoga permanentemente tratando de elaborar una idea sobre que causas lo motivaron ,comparando el crecimiento de su hijo con su crecimiento y su historia y así van pasando retazos de su infancia y adolescencia.

Un mérito enorme de la dirección del espectáculo a cargo del autor de la dramaturgia que logró generar una atmósfera sumamente emocionante convirtiendo ésta puesta en un logro de inmensa calidad, una puesta difícil de olvidar y otro jalón que nos ofrece nuestro casi inigualable TEATRO INDEPENDIENTE imposible de no ver.

Impecable todos los aspectos técnicos.


JAIME TARASOW.- AM1580 TRADICION.-

TEATRO EL CALLEJÓN DE HUMAHUACA.-

HUMAHUACA 3759.- DOMINGOS 19HS.-


FICHA TECNICA

Obra ganadora del XII Premio Germán Rozenmacher de Nueva Dramaturgia.

Actor: Marcos Montes
Escenografía y vestuario: Cecilia Zuvialde
Iluminación: Ricardo Sica
Fotografía: Laura Mastroscello
Asistencia: Ana Schimelman
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Producción: Zoilo Garcés
Dramaturgia y dirección: Juan Francisco Dasso






 

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