"DORA, un ingrediente especial"



El joven y ya consagrado actor, dramaturgo y director Martin Goldber presenta como para validar el dicho “que una imagen vale mas que mil palabras” la historia de una de sus abuelas que comienza ya a transitar la irremediable vejez. Es el leitmotiv de esta obra teatral.

DORA, un ingrediente especial”, nos presenta a una sensible mujer que pasa el mayor tiempo en su cocina comedor. Vive feliz con todo lo que la rodea, donde gusta cocinar, recibir visitas, y disfrutar con ellas en juegos de mesa, en todo lo posible.

Es de esas abuelas que a pesar de su viudez, está complacida con la vida. No tiene vivencias externas, pero en su ambiente es de moverse permanentemente, atenta a los llamados telefónicos y a alguna visita inesperada. Esta complacida con la vida que le permite recibir y dar amor a todos con quienes comparte esos momentos. Su hija, el hijo del encargado del edificio donde ella habita, son los frecuentes en romper su rutina.

Los abuelos, vaya uno a saber cual son las circunstancias que los motivan, salvo excepciones en las que me incluyo, tienen un nieto/a preferido que en esta historia es palpable y es así que la nieta se hace siempre presente. Todo entre ellas es de una enorme ternura. Diálogos cariñosos y una abuela que intenta comprender y aconsejar al mismo tiempo.

La relación de Dora y su hija es buena con las complicaciones naturales de las diferencias que pueden existir entre ambas generaciones.

Quizás alguna confusión de ciertos términos en los diálogos de abuela y nieta referentes a la vida rutinaria, que la adolescente lo conversó con su madre, genera una severa divergencia que estalla en un conflicto que Dora estaba lejos de prever. Esa diferencia generacional también hace crisis con su hija quien está deficientemente orientada, que absorbida por su trabajo no tiene el tiempo suficiente para convivir y asesorar a esta adolescente de la secundaria.

Esta abuela dulce está en una edad en donde comienza ya a sentir los achaques de la vejez y donde la lucidez comienza a adentrarse en lo grisáceo.

El ajetreo de las grandes ciudades está produciendo una violencia e intolerancia sumamente llamativa y peligrosa, se la vive a diario y en todos los entornos, explotando en el ámbito familiar. Y algo de esto ocurre.

Tal cruda realidad es una fuente interminable de situaciones que se deben enfrentar. Dora e hija las asumen y las destraban , pues la racionalidad funciona arribando a un acuerdo bien intencionado, pues el amor también todo lo puede.

Una reflexiva composición teatral que ahonda en ciertas conductas ante esas históricas diferencias generacionales muy bien trabajadas por la dirección con magníficos trabajos interpretativos en la difícil composición de personajes que enfrentan encuentros y desencuentros.

Una evocación sumamente tierna y amorosa de Martín Goldber respecto a sus abuelas muy diferentes como seres. Quizás sea una devolución al afecto que de ellas recibió. Las cálidas escenas generadas dan la razón a que las imágenes reflejan mas que las retóricas verbales.


JAIME TARASOW.- 1580 TRADICIÓN.-

EL CALLEJÓN DE HUMAHUACA .- HUMAHUACA 3759.-

LUNES 2030 HS.-


Ficha técnico artística

Dramaturgia:
Martín Goldber
Actúan:
Rocío Gomez Wlosko, Cristina Maresca, Braian Ross, Graciana Urbani
Vestuario:
Jose Escobar
Ilustraciones:
Margarita Cubino
Diseño de escenografía:
Jose Escobar
Realización de escenografia:
Agustin Justo Yoshimoto
Música original:
Lucas Sebastián Ramírez
Diseño De Iluminación:
Carolina Rabenstein
Fotografía:
Marina Paiz
Diseño gráfico:
Margarita Cubino
Asistencia de dirección:
Inti Zuñiga
Prensa:
Carolina Alfonso
Producción ejecutiva:
Jimena Morrone
Dirección:
Martín Goldber

Duración: 70 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos


 




 


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