COMO SI PASARA UN TREN
COMO SI PASARA UN TREN, es en
apariencia una comedia pero va mas allá al correr de la historia,
pues la misma penetra en lo mas profundo del común de la vida y
ahonda en el alma humana y en una temática sumamente difícil como
lo es, si sabemos como ser padres y si realmente somos conscientes de
tal inmenso rol.
Lo
que diferencia esta puesta artística ,que esta entrando a su cuarta
temporada, es que no solo es una obra tremendamente conmovedora en su
dramaturgia sino que en esta se dan una serie de circunstancias
admirables para el logro de tan impactante concreción artística.
Saber crear y construir una historia,saber como dramatizarla y sobre
todo, encontrar a quienes sepan trasmitirla y sensibilizar al
espectador.
La
historia es sencilla madre e hijo viven en un pueblo pequeño del
interior del país, transitando una existencia chata y por demás
opaca, inmersos en un miedo permanente por todo y por todos. Un padre
ausente negador de su obligación paternal y una madre sobre
protectora inconsciente de su actitud castradora.
La
llegada de una simpática adolescente familiar residente en la
capital, para pasar unos días genera un cambio fundamental entre los
tres. Las relación entre los primos en su empatía, van generando
distintas reacciones y un cuestionamiento sobre la forma de educar y
la permanente disputa generacional,en este caso, de la madre de una
enfermiza relación con su hijo algo inmaduro a pesar de su edad,pero
que cree hacer lo mejor para él Su sobrina también cuestionadora
de su propia madre sobre el autoritarismo educacional y la falta de
comprensión, en la mirada de muchos adultos, a un mundo diferente
que se esta viviendo.
Aprender
a aprender, es una consigna importante entre los seres humanos y se
debe aceptar que no existe una sola verdad y que todos deben
comprender e interpretar tal realidad,escuchar y escucharse
aprendiendo de los otros, no encerrándose en que mi verdad y mi
visión es la mejor.
Con
el transcurrir de esta bella pieza teatral, se genera una empatía
emocional hacia los complejos personajes y una identificación cálida
y hasta cariñosa aun hacia esa madre intolerante que a pesar de sus
defectos se hace querible y simpática.
Esa
disputa generacional que nos trasmite la obra deja en claro lo
difícil que es la crianza y formación de los hijos, pese a su
complejidad, no se debe prohibir la libertad de volar, sino que
generarle las alas para que ello pueda producirse y que la relación
de afecto no debe ser desmedida. Que el querer crecer y sus
consecuentes conflictos deben ser estimulados.
Una
obra humana sensible y emotiva, con pinceladas metafóricas sobre la
formación de la vida entre el indesarrolado existir en los pequeños
pueblos pero tranquilos del interior y el hacinamiento demencial de
las grandes ciudades pero con desarrollo intelectual permanente.
Como
si pasara un tren es en definitiva un canto a la vida, un deseo de
mejorar y mejorarnos como seres , con posibilidades de decidir por
nosotros y que no, otros nos las impongan.
Las
actuaciones de SILVIA VILLAZUR y LUCIANA GRASSO rayan a gran altura,
emocionan y convierten al espectador en participe activo de los
sucesos que esta visualizando.
Lo
de GUIDO BOTTO FIORA es inmensamente conmovedor. Su difícil rol
representando a alguien con ciertas dificultades madurativas es
realmente memorable, sus cambios emocionales, sus reacciones
afectuosas las trasmite como si realmente estaría representando su
propia historia. Y ello le produce al espectador una identificación
y ternura inmensa, mas cuando se da cuenta que puede liberarse,
transitar un camino antes no permitido y gracias a los cambios
producidos también en su madre, ser el por si solo, y mirar al
futuro con sus propios ojos y deseos.
JAIME
TARASOW AM 1580 TRADICION
CAMARIN DE LAS MUSAS-VIERNES 22.30HS-OCTUBRE 2018
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