recuerdo
Quienes integramos la familia
de la AM 1580 TRADICIÓN y mas aun los que llevamos casi una cuarta
parte de nuestras vidas en ella, estamos inmersos en un duelo del
cual nos cuesta desprendernos o quizás subliminalmente, nos negamos
a asumir esa triste realidad.
Faltan
pocos días para que se cumpla el primer aniversario de la ida,solo
física, de quien era en verdad el alma mater de nuestra mas que
querida emisora y quien con su presencia siempre alegre nos hacia
placentera nuestra tarea comunicacional.
MARCELO
BALLESTA fue un ser fuera de serie. Decir o mencionar su hombría, su
inmensa bondad,su cariño por quienes compartíamos este espacio, su
inolvidable mirada que demostraba la inmensa ternura de su persona,
su permanente alegría por la vida y su utopía por una existencia
feliz para todos en un mundo mas justo.No es mas que una parte de su
enormidad.
Tenía
esa mirada del universo que lo rodeaba muy sensible y particular, que
era como una forma de sacar a luz su resistencia a las injusticias
muy proclives en nuestra actual sociedad.
Ejemplar
padre de familia, obsecuente y firme en la educación y formación de
sus hijos; tolerante y siempre amable con quienes pensaran distinto ,
lo hacían ese ser distinto a lo que debería ser normal en la
convivencia diaria de quienes decimos ser racionales.
Siempre
presto a escuchar sugerencias, a solucionar de la manera mas humana
alguna dificultad que pudiera presentarse. Ese cariño inmenso, esa
bondad sin limites, esos ojos tan bellos y cautivantes no eran mas
que el reflejo de su inmensa belleza interior.
Todo
ello y mucho mas hacen esa negativa a aceptar su partida, a generar
esa incongruencia entre las dos realidades, la que es tal y la que no
queremos aceptar.
Quienes
estamos desde casi su inicio en esta nuestra segunda casa y lo
conocimos de pantaloncitos cortos lo seguimos viendo en esa pecera
que es la cabina de control luchando y tratando que todo salga al
aire de la mejor manera,
No
existe atrocidad mas grande para los padres que ver partir en un
viaje sin retorno a un hijo por lo que debemos acercarles todo
nuestro cariño y acompañarlos en tan inmensa tragedia,ocurrida
cuando recién comenzaba a transitar la segunda etapa existencial. La
vida y la muerte se complementan, la una no puede existir sin la otra
ambas ademas son parte de la vida. Sabemos que la misma tiene un
final natural, pero lo ideal seria despues de haber disfrutado
nuestro paso por ella. ¿Sera que la muerte nos envidiaba tener a un
ser semejante, integro y cabal con nosotros y se lo llevo para ella
disfrutarlo?
Marcelo
Ballesta “Marcelito” solo nos resta decirte que estas y estarás
siempre entre nosotros. HASTA SIEMPRE.
JAIME
TARASOW
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