MOJE HOLKA,MOJE HOLKA
En la diaria existencia humana se concretan realizaciones, que al momento de concebirlas quienes la realizan, no habrían de imaginarse la trascendencia que fueran a tener.
Mucho o totalmente ocurre con la enorme obra teatral Moje Holka,Moje Holka, traducida como Mi niña, niña mia con la autoría de Amaranta Ozorio y Itziar Pascual, que se acaba de reestrenar en estos días. Basada en hechos reales entrelazados con ficcionales, vuelve a adentrarnos al horror y el espanto del genocidio nazi.
Una joven entomóloga que investiga las luciérnagas, se encuentra con una sobreviviente del Holocausto. La científica ignora el terror y el espanto de la guerra. Nada sabe de lo ocurrido. Fue criada como alemana y al poco tiempo, de la muerte, de su supuesta madre, comienza a dudar sobre su identidad y está dolorida por la oscuridad en la cual está sumergida.
En ese encuentro con mucha calidez, la sobreviviente del Holocausto le va contando la odisea de su vida en ese mentiroso Ghetto de Terezin, en el cual se encontraba detenida. Actriz y docente judía, generaba espectáculos teatrales y otras actividades para los chicos y así ayudarlos, a pesar de todas las dificultades.
Terezín, situado en la actual República Checa, era un lugar de tránsito para los allí alojados. Era un falso Ghetto, creado por los nazis, para engañar al mundo, mostrando lo bien que se vivía. Hasta la Cruz Roja cayó en la trampa , y se constató que, luego de una breve estada, eran enviados a los campos de la muerte y cámaras de gas.
En esos diálogos llenos de ternura, como solo una mujer hacia otra puede transmitir, la sobreviviente le confiesa que también su madre real se despojó de ella para salvarla.
En algo ésta realidad trasmitida, se asemeja en algo al drama nuestro con los cientos de criaturas apropiadas por la nefasta última dictadura militar, y que viven hoy todavía en la mentira.
La dramaturgia cobra hoy una inmensa importancia, cuando después de la devastadora segunda guerra mundial, estamos ante un demencial avance del negacionismo, han recrudecido los movimientos neo nazis o directamente nazis con sus svásticas y sus distintas identificaciones.
La locura humana con su demencial falta de raciocinio, está afrontando otra guerra con las fatales consecuencias que ésta acarreará,fundamentalmente a la gente en su integridad.
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo” dijo Albert Einstein. La sin razón, la violencia enquistada en el diario vivir, son sin duda la consecuencia de tal negacionismo, por consecuencia el primer paso a la negación de todas las tragedias humanas en toda su historia.
La dramaturgia se adentra en lo mas horrible de la perversión que fue el nazismo. No hay nada comparable a lo que fue y ocasionó, a mas de las millonarias víctimas, la fatal hecatombe, la degradación y deshumanización mas terrible del ser humano mediante la sofisticación de la crueldad.
La temática es sobrecogedora que adquiere , por momentos, un dramatismo enorme por medio de los claros oscuros de las luces que sensibilizan al espectador. Y aquí podríamos decir que las luciérnagas generadoras de luces, iluminan la oscuridad de la tragedia a que nos viene exponiendo nuestra enferma sociedad.
Una obra que revaloriza la importancia de la mujer fundamentalmente en los momentos culminantes de nuestra existencia.
Toda la puesta escénica es excepcional hasta diría mágica, si se permite el término. La dirección de Alejandro Casavalle que controló a la perfección la parte actoral y los mas mínimos detalles de la parte técnica. Es de destacar la actuación de Alma Buffay, especialmente en el papel de la actriz sobreviviente, en memorable interpretación, muy bien acompañada de Marianella Zappelli.
Una puesta artística para recordar , dentro de un teatro contemporáneo donde esta analizada la tragedia de este mundo, que la ceguera imperialista puede hacer estallar.
El monólogo final de la bióloga, nos ilumina como las luciérnagas hacia un mundo mas justo e integral.
JAIME TARASOW.-AM 1580 TRADICIÓN
TEATRO EL EXTRANJERO.- DOMINGOS 16.30 HORAS
comentario de Nicolas Pedregal.
Moje Holka, moje holka (Mi niña, niña mía)
En homenaje a Hedy Crilla, maestra de nuestros maestros actores.
Nava Schaan/ Actriz: Alma Buffay // Marie-Anne/ Entomóloga: Marianella Zappelli
Asistente de dirección y en escena: Sofía Landau y Nina Casavalle Sofiro// Asistente en y detrás de escena: Agustina Silvestrini // Efectos de Ilusionismo: Alejandro Casavalle// Diseño de Luces: Magalí Perel // Diseño de Insectos para sombras: Nina Casavalle Sofiro// Dirección y realización de Arte Visual: Gastón Zambón// Dirección musical: Eva Lopszyc // Asistente de Producción: Camila Villalba // Producción ejecutiva: Raúl S. Algán // Redes: Camila Villalba// Diseño Gráfico: Gonzalo Martinez// Prensa: Paula Simkin // Enlace y Asesoramiento histórico: Macarena Mochon // Dramaturgia: Amaranta Osorio e Itziar Pascual // Dirección y Puesta en Escena: Alejandro Casavalle
Proyecto Ganador Concurso Nacional de Experiencias de Creación Escénica del INT
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