LA CASA DE LAS PELUCAS KOSHER

La “Casa de las Pelucas Kosher” de la nobel dramaturga Karina Hepner, aspira a que sea, no solo las vivencias de una atípica familia ortodoxa judía, sino un homenaje al histórico teatro que la colectividad implementó en nuestro país, desde principios del siglo pasado, según sus palabras.

La autora nos expone a través de una comedia inquietante en una temática de nefasta actualidad, el universo del trabajo ilegal en los talleres clandestinos. Agrega también que lo mismo, puede ocurrir en cualquier otra colectividad.

La idea que se muestra, es la doble vara de la dueña del taller donde se fabrican las pelucas. Profundamente identificada con las tradiciones religiosas ortodoxas judías, de obediencia a Dios y a los valores humanos, a su vez mantiene un trato semi esclavizante con sus empleadas a la que les retiene los documentos de identidad y el trabajo a destajo al que las obliga.

También dentro de las contradicciones se remarcan la relación violenta con su hija con cierta discapacidad psíquica, y lo que es más remarcable, la discriminación que impera en ella contra los pobres, cuando es integrante de un pueblo y una religión históricamente perseguida y discriminada que desde inicios de su existencia debió enfrentar brutales persecuciones y horribles matanzas y el aun existente antisemitismo, generando un increíble enfrentamiento de discriminados entre si.

Si hay una autocrítica referente a que la ambición y el dinero se anteponen al humanismo judío en ciertos sectores de los adeptos a la Tora, sería un logro el reconocer tales aberraciones.-

Una comedia con mucho humor disparatado donde son satirizadas al máximo las mujeres de la alta sociedad con impiadosas, y además con delirantes mascaras faciales.

Las inmigraciones que en forma masiva llegaron a nuestro país, hacia fines del siglo 19, traían en su bagaje muchos adelantos tanto políticos como culturales y el teatro fue uno de esos valores.

Con el tiempo este maravillosa arte fue germinando y la colectividad israelita fue una fundamental propulsora y entre los años 1930 y casi en los 1960, tuvo su gran apogeo, con cuatro teatros que durante seis días a la semana llenaban las salas para ver obras en idish, el idioma de los gringos Por los cambios estacionales los grandes actores de EEUU, aprovechaban tal circunstancia y se podían disfrutar de las puestas artísticas de figuras de la talla de Moris Swartz, Jacobo Ben-Ami, Joseph Buloff o cantantes como Molli Picon, quienes mas allá de exponer comedias, también montaron a autores de la vanguardia de entonces y ya con el teatro IFT, llegaron las concepciones artísticas revolucionarias de Stanislavsky.

Quizás mucho de lo que expone LA CASA DE LAS PELUCAS KOSHER hayan sido vivencias vistas o vividas por la autora de la dramaturgia o simplemente una ficción imaginada, cualquiera fuera la circunstancia, una propuesta artística para una profunda meditación.

Una correcta plasmación actoral de quienes dieron vida a los personajes. Y una remake al histórico teatro judío, como dice Karina Hepner quien también actuá.

JAIME TARASOW.- AM1580 TRADICIÓN.-

ESPACIO CALLEJÓN DE HUMAHUCA.- HUMAHUACA 3759.DOMINGOS 20.30 HS 

FICHA TECNICA


Actúan:  Maria Nydia Ursi Ducó (Mirele), Mariana Álvarez (Ruth), Marina Apat (Yoli), Bettina Brozzo (Nurit), Karina Hepner (Ieudith), Natalia Imbrosciano (Tali),
Magalí Meliá (Zuni), Catalina Motto (Malka), Paloma Santos (Maura) y
Brenda Lem (reemplazo).

 

Diseño de escenografía y vestuario: José Escobar

Diseño de luces: Sebastián Francia

Coreografía: Cecilia Gruner

Diseño gráfico: Leandro Marenzi

                                              Fotografía: Natalia Segovia

Prensa y difusión: Carolina Alfonso

Asistente de dirección: Irene Bruno

Dramaturgia: Karina Hepner

Dirección: Pablo Bellocchio

 





 

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