MOSCU
Un nuevo y enorme logro artístico es el resultado de MOSCU, este texto elaborado por Mario Diament, basado en la obra “Las tres hermanas” de Chejov, con la dirección general de un sobrio y notable Daniel Marcove que logra de las tres intérpretes , Alejandra Darín, María Francia y Antonia Bengochea, actuaciones de altísima calidad y ello no hace mas que reflejar el monumental nivel de nuestro teatro, a pesar de todas las trabas, que de distinto tipo, vienen sufriendo o les imponen quienes rigen la cultura institucional.
Inspirada, o tomando quizás como base, la imponente obra del dramaturgo ruso, Mario Diament elabora un texto casi diría independiente, que sin traicionar el original toma como idea central sólo a las tres hermanas y se menciona a los restantes 11 personajes, sólo en las conversaciones entre ellas.
Chejov no fue solo un magistral retratista de la decadente sociedad de entonces, sino un acerbo crítico a la nobleza zarista, en franco deterioro y que muy pronto habría de sucumbir.
Los avatares del siglo 19 y comienzos del 20, los avances del sistema capitalista con sus enormes fábricas con miles de obreros y la implantación de la nueva economía política sobre la aun vigente cuasi feudal, darían la importancia que comenzaban a tener las luchas obreras contra el incipiente modelo industrializado, pero opresor y que en aquella Rusia tendría vital importancia después de la revolución de 1905.
Quizás todo ello, podrían haber sido las razones para que todo ese imperio de desmoronara.
La temática gira en torno a la desdichada existencia de esos tres seres, inmersos en una oscura y retrógrada ciudad del interior de ese país. Una, la mayor, desesperada por no haber concretado un deseado matrimonio aun sin amor, para desarrollarse como mujer, así sea, dentro de un nefasto entorno machista y no quedar soltera.
La otra con un matrimonio concretado, pero absolutamente infeliz con el mismo, inmersa en una vida chata, aburrida y sin ningún tipo de expectativas, salvo alguna ocasional y atrevida relación extra matrimonial.
La tercera, la más joven, rebelde e inconformista, soñando permanentemente y tratando de contagiar a sus hermanas con volver a su Moscú natal para poder desarrollar sus inmensas inquietudes, entre ellas estudiar, estar al día con los acontecimientos mundiales y segura de que allí encontrará el amor de su vida que la está esperando.
“Donde se irán las ilusiones perdidas” se lamenta, viendo como siguen circunscriptas a una vida hipócrita, tratando de ostentar lo que ya no se tiene , pero son las hijas de un alto militar ya fallecido y en ese mediocre ambiente, hay que respetar el status.
La indagación en los caracteres de todas ellas es muy profunda, salen a relucir el dolor de esa vida frustrada y el drama de las mujeres en tal sociedad patriarcal. Pero Mario Diament marcando todo ello y ahondando en la psicología de los personajes, va mas allá y trae el texto al día de hoy, pues la violencia de género y la reivindicación de las mujeres también tienen su lugar .
La dirección de Daniel Marcove, que ya no es de sorprender, le aporta al texto un brillo y solidez, digna de un estupendo director, lo que no hace mas que resaltar las soberbias últimas direcciones de TIERRA DEL FUEGO, FRANZ Y ALBERT y CORONADO DE GLORIA. Evitó las exageraciones en que podrían caer las interpretaciones y le dio a la obra un ritmo y vivacidad que pone al espectador en una tensión permanente.
Teatro El Tinglado -Mayo 2018
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