LA CAJITA DE JASPE

La memoria tapada durante muchos años y la trágica experiencia de una sobreviviente del holocausto durante la segunda guerra mundial es lo que nos cuenta Patricia Suárez a través de la estupenda LA CAJITA DE JASPE, una obra de tremenda actualidad cuando esa tragedia se está banalizando a nivel mundial y en nuestro país. Argentina fue históricamente receptor de inmigrantes y refugiados y hoy se los discrimina y para peor, por familiares de aquellos inmigrantes
La dramaturgia parte de una mujer ya madura, de buena posición económica, casada con un importante industrial y que tiene una vida de bienestar, con una familia consolidada, pero que nunca tuvo conocimiento real de su origen. Comete un delito menor, quizás repetido, en un establecimiento comercial que trasciende por la intervención policial.
Mientras está detenida hasta se aclare su situación, esta mujer que nunca pudo o no quiso sacar a luz su historia, comienza a recordar y rememorar sus trastornos, los eternos silencios y los trágicos e imborrables sufrimientos vividos hasta su llegada a estas tierras, como si los mismos fueran saliendo de una cajita donde estuvieron, hasta entonces, escondidos.
Perteneciente a una familia judía polaca, perseguida por el nazismo. El padre, ante tal peligro para salvar a la criatura, logra que una familia cristiana la adopte, le cambie su identidad salvándola del destino de toda su familia y la de los seis millones de judíos asesinados por los nazis. Así vivió toda su existencia con su identidad cambiada y mintiendo sobre su origen.
Nunca fue fácil la vida de estas víctimas, que en su gran mayoría debieron silenciar los padeceres de su infancia. Recién en su madurez, muchos pudieron expresar todo lo padecido, relatarlo y limpiar su interior.
Estalla el conflicto cuando la protagonista consigue conectar sus traumas pasados con sus actos presentes. Implora que comprendan sus razones detrás de los pequeños hurtos. ¿Acaso el robo de un perfume es un intento de compensar al robo por ella sufrido, enormemente mayor?
Un espectáculo conmovedor, con sutil humor poético, donde el personaje es tratado con una enorme ternura, desnudándolo interiormente, en un memorable tratamiento teatral de una más que eficiente dirección de Herminia Jensezian que además permite que el talento actoral de Susana Di Gerónimo brille como el sol en su máxima plenitud.
La dramaturgia de Patricia Suárez, logra concretar el ideal buscado: saber crear una historia, saber cómo dramatizarla y por sobre todo, saber cómo contarla.
En definitiva, un homenaje a quienes sufrieron el horror de esa barbarie, que vivieron en el ocultamiento de tal drama, en la piadosa mentira y con la inocencia ultrajada
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JAIME TARASOW AM 1580 TRADICIÓN

TEATRO TADRON- NICETO VEGA Y ARMENIA- DOMINGOS




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