EL TIPO

 

La cultura y el arte por si mismo no pueden cambiar las injustas estructuras en las que están implementadas, al menos hoy en el mundo, ni a la sociedad que las rige, pero quizás si, puedan ayudar a que ello ocurra a quienes luchan por lograrlo

El ser humano en general se dice, no es ni bueno ni desinteresado, pues toda su vida está sujeto a un interés especial, pero tiene tendencias agresivas y autodestructivas desde chico que pueden controlarse o desarrollarse más con el tiempo.

Estas peculiaridades de los mortales y sus conductas, la cultura por medio de la educación y su formación, van tratando de controlar esas tendencias. Indudablemente a esas gentes por innumerables razones, no se les pudo controlas sus reacciones.

El más que magnífico unipersonal EL TIPO, de dramaturgia y actuación de Lisandro Penelas, nos adentra en bastante en lo antedicho.

La temática nos presenta a un ser humano muy especial y maniático que adoptó ser policía como su trabajo. Por una de esas circunstancias que se dan, conoce a una joven en un comercio de la cual inmediatamente se enamora, pero ese acercamiento no fue con la delicadeza que el mismo requería, sino con algo de brutalidad, que es casi común que obren de tal manera los uniformados.

Ante el temor de la sorprendida, el tipo trata de calmarla diciéndole que es policía y que no tenga miedo.

A partir de ese primer y no amable encuentro todo en él se transforma, comienza en él una obsesión por poseerla, la persigue por las redes, compra y lee y se deleita con todos sus escritos y entra en una tremenda confusión entre lo que es amor y manía. Todo en solitario en su casa.

Su vida es triste e inestable, no tiene recuerdos de infancia, sólo los de su abuela y algún refrán de ella, que siempre tiene presente. En cada intento por acercarse al supuesto amor encontrado no lo puede consolidar.

Se satisface por su incapacidad solamente con verla, pero siempre flota en él y su entorno policial sólo el machismo y la fuerza bruta. Para ellos, la mujer es un objeto para el placer del varón y no para ambos y él sin darse cuenta es una víctima de esa discriminación

A través de un irónico humor flota la irritante masculinidad que aún persiste en nuestra sociedad, seguimos regidos por esa caterva de retrógrados cavernarios, que a pesar de la lucha de las mujeres y de muchas conquistas logradas, se niegan aun reconocerlas en igualdad.

Esta impecable concreción artística se desarrolla como comedia dramática, pero en el transcurrir de la historia comienza a conmover al espectador y alcanza su máximo clímax cuando él intenta un acercamiento y ella sufre un acto delictivo de la vida cotidiana en la vía publica y en lugar de llevarla a un centro hospitalario, la secuestra en su domicilio ante la desesperación de ella.

Este ser humano triste y solitario no sabe del cariño. Quizás por no haberlo recibido adecuadamente y queda la duda si es un caso particular o su individualismo es consecuencia de ésta degradante sociedad que esta gestando seres deshumanizados donde el machismo y la violencia generalizada sigue en ascenso.

Este secuestro no quería ser agresivo pero es brutal en su concepción su opaca rutina, su incapacidad o miedo en conquistar el amor no previó los límites.

En la vida misma, en la vida cotidiana no hay garantías y menos de la justicia, fundamentalmente para las mayorías empobrecidas, por lo que ésta brillante composición artística nos hará reflexionar sobre muchas de nuestras conductas y que el amor y el acto sexual no es un desahogo ni una manía para el disfrute sólo del varón, sino uno de los atributos que nos dotó la naturaleza para disfrutar en pareja.

Si la temática es de tan inmenso nivel, la actuación actoral es deslumbrante y aquí cabe la especial mención de la dirección de Ana Scannapieco que condujo la actuación hacia una forma tan natural que le permite a Lisandro Penelas exponer toda su enorme concepción actoral, en un enorme despliegue corporal.

Un espectáculo para ver, disfrutar y reflexionar, seguramente el mismo no cambiará a nuestra degradante sociedad, pero seguramente en algo ayudará a que suceda.


JAIME TARASOW.-AM 1580 TRADICION.-

TEATRO :MOSCU TEATRO ESCUELA-RAMIREZ DE VELAZCO 535.-

SABADOS 20 HORAS.-

FICHA TÉCNICA

 

Autor: Lisandro Penelas

Intérprete: Lisandro Penelas

Dirección: Ana Scannapieco

Asistente de dirección, fotografía y diseño gráfico: María Laura Tavacca

Diseño lumínico: Soledad Ianni

Diseño de escenografía y vestuario: José Escobar

Prensa y difusión: Carolina Alfonso

Producción ejecutiva: Lucía Márquez

 




 









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