MARIA E ISABEL


 

El gran humanista y físico Albert Einstein expresó en alguna oportunidad “Que no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.

Esta reflexión la recordé tras visualizar la enorme propuesta artística MARIA e ISABEL, que Roberto Perinelli elaboró basada en los trágicos acontecimientos vividos por María 1 de Escocia a manos de su media hermana Isabel 1, Reina de Inglaterra. Los historiadores dan cuenta de que a pesar de ser hijas del mismo padre nunca se vieron en vida. Isabel permaneció en el trono por 44 años, nunca se casó, y murió virgen a pesar de haber tenido muchos amantes, pues se opuso a la “sujeción conyugal”.

A pesar de haber restablecido el orden, permitido el desarrollo cultural, la era Isabelina tiene una contra-cara llena de contradicciones. Por un lado, un gran desarrollo teatral con la construcción de enormes edificios para su desarrollo pero, por otro lado, sólo para deleite de un público selecto vinculado al poder y el dinero. Pero al igual que María 1 de Escocia, Isabel también está dominada por la codicia, la falsedad y la crueldad hacia los opositores.

Basándose en una idea de Friedrich Schiller quien dijo que “El arte es difícil y fugaz su recompensa”, Perinelli desarrolló la obra ficcionando un encuentro entre ambas rivales, en el cual se cuestionan y reclaman mutuamente, se ironizan sobre sus vidas abusando en lo sarcástico y el desparpajo. Todo ante la mirada de dos campesinos.

María le reprocha sus 19 años de encierro y que logró escaparse para buscar justicia; Isabel le retruca que vivió mejor que en un reinado y la mandó decapitar.

Mediante un humor mordaz, punzante, salen a relucir las miserias por la acumulación de riquezas, las rivalidades religiosas, tan cruentas como las políticas; la decadencia de Europa, con sus permanentes guerras acarreando las crisis económicas, llevando a la hambruna de los más; la colonización de América, la piratería marina inglesa. Se satiriza la inhumanidad de la humanidad misma.

La obra denuncia esta degradante sociedad hipócrita que nos habla de libertad, igualdad y fraternidad, mientras esclaviza poblaciones, y genera una sociedad llamada democracia, que en realidad solo favorece al poder económico.

En una parte del diálogo de Isabel con los campesinos se menciona la futura revolución industrial que vendrá, el capitalismo con su plusvalía y el atroz neo liberalismo y la lucha de clases de las masas populares por sus derechos humanos, “que yo no lo veré”, les comenta Isabel.

Una grata y enorme sorpresa esta disparatada pero sumamente aleccionadora propuesta teatral, que a través de la ironía y de la forma más burlona, nos muestra la permanente equivocación de las políticas y cómo hoy todo sigue igual .La lucha por el poder es cada vez más brutal y violenta como la opresión a las capas populares, algo más sutil.

Descollantes actuaciones casi insuperables de Nacho Vavassori como María Estuardo y Juan Carrasco como Isabel. Lucas Avigliano y Tomas Daumas a la altura de las circunstancias como los campesinos.

Creativa y bien lograda la dirección de Guillermo Ghio.Toda la parte técnica, vestuario incluido, a la perfección.

Un espectáculo para ver, disfrutar y reflexionar sobre el futuro de la humanidad, por como está ocurriendo a lo largo de la historia, seguimos cometiendo los mismos errores y las mismas aberraciones políticas y sociales.

JAIME TARASOW.-AM1580 TRADICION.-

TEATRO DEL PUEBLO .-LAVALLE 3636.-DOMINGOS 20 HS.-

 





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