LA MADRE DE LA PATRIA

LA MADRE DE LA PATRIA es una oportuna concreción artística que trata de llenar un vacío sumamente lamentable y despectivo de nuestra historia referente a los afro descendientes, colectividad que ha tenido una participación importantísima en las luchas por nuestra independencia y que solo en migajas se la menciona.

La dramaturgia se adentra en la personalidad de Maria Remedios del Valle una enorme luchadora en las fundamentales gestas del norte a cargo del ejercito de Manuel Belgrano, quien por su bravura tanto con las armas o como enfermera, EL ENORME GENERAL la reconoció y honró con el grado de capitana. Fue una de las tres mujeres reconocidas con cargo militar. Pero la identificación en el proceso revolucionario, su familia la inició con la primera expedición al alto Perú con Juan Jose Castelli en 1810.

La intensidad dramática es enorme. Hay momentos realmente sobrecogedores, como el entablado en el recinto de la Junta de representantes de la Provincia de Buenos Aires, donde un nefasto Diego Alcorta polemiza con el general Juan Jose Viamonte quien solicita una pensión para la parda capitana. El diputado Alcorta un político racista pide la negación a ese pedido de pensión a la heroína que para sobrevivir está pidiendo limosna a la entrada de iglesias. Mientras espera una mísera contribución salen a relucir sus fantasmas y desdichas.

Esta luchadora participó en triunfos y dolorosas derrotas, fue herida muchas veces, sufrió prisiones ,vejámenes, la muerte de sus hijos y marido y lo más triste la posterior indiferencia.

El debate donde ese burócrata con enorme desenfado exponiendo un desprecio, arrogancia y un repugnante cinismo pregunta dónde está el nombramiento y cuando se efectuó, es un espejo de la actual derecha neo liberal actual, que pregunta donde figuran los treinta mil desaparecidos y piden la lista de los nombres de las víctimas. El negacionismo es enervante, es como si para reconocer los horrores cometidos digamos en el siglo pasado, pidiéramos lista del millón y medio de víctimas armenias cometidas por los turcos o el detalle de los masacrados o cremados en las cámaras de gas, ocasionadas por los genocidas nazis entre otros aberrantes casos más.

Hasta cuándo deberemos seguir escuchando el lamento de “soy negro y argentino” o el desgarrador grito de la ignorada por la clase oligárquica, que sentados en cómodos sillones discriminan o minimizan a los verdaderos combatientes por nuestra libertad, que en realidad lo fue, para estos rapiñeros se queden con nuestras riquezas. La sangre de unos muchos para el bolsillo de unos pocos.

A esa clase que no se les mueve ni un pelo cuando se les canta “las cuarenta” como lo hace Juan Jose Viamonte, en ese debate exponiendo el pedido de pensión o cuando la enorme heroína que perdió a su familia en estos enfrentamientos bélicos libertadores, con su hijo moribundo en sus brazos le dice la patria prioriza todo” desde lo mas profundo de sus sentimientos ante la injusticia que padece grita horrorizada “ SERA POR MUJER,POR NEGRA, O POR REVOLUCIONARIA que me discriminan y desconocen”.

Es en estas instancias de la narración que uno se pregunta si estos políticos representantes de los hacendados latifundistas que cantan nuestro himnonacional a desgano, que gritan viva la patria de la boca para afuera dirían también la patria está primero.

Un logro artístico que jerarquiza el historial teatral independiente con un nivel interpretativo superlativo, siendo en este caso la temática lo más importante, pero hay que recalcar la memorable interpretación de Dayana Bermúdez Cortes en el papel de Maria Remedios Del Valle. No encuentro palabras para destacar lo que nos trasmite todo lo suyo en el espacio escénico, no es ficción sino una realidad pidiendo reconocimiento a una colectividad que fue y sigue siendo fundamental en el desarrollo cultural de nuestra historia y siempre primera línea en los enfrentamientos bélicos como en la guerra de la triple alianza.

Quizás y sería el deseo que a consecuencia de esta concreción artística se reconozca la trayectoria de los afroamericanos a los que no le llegaron los merecimientos. Hay calles, monumentos, localidades a nombre de genocidas, como por ejemplo Julio A Roca. Nada por esta luchadora, ni siquiera una lápida. Quizás solo alguna escuela perdida como ironía del destino, ubicada en la avenida Roca de Villa Soldati.

En esta sociedad perversa y egoísta que transitamos bienvenido sea este esfuerzo artístico que trata de reivindicar una de las tantas falencias que aun subsisten en nuestra historia. Imperdonable dejar de ver y meditar.

Dramaturgia ,dirección y puesta en escena de Mario Moscoso, sobre idea original de Mauricio Brunetti. Todo brillante desde la dirección de actores y la respuesta de éstos hasta los detalles técnicos.

JAIME TARASOW.- AM 1580 TRADICIÓN-

COMPLEJO CULTURAL ITACA.- HUMAHUACA 4027.-

MIERCOLES 20 HS.-


Ficha técnico artística

Dramaturgia:
Mario Moscoso
Actúan:
Dayana Bermudez Cortez, Pablo Cominassi, Tejeda Julio, Gaboo, Mario Moscoso, Hernan Schifano
Vestuario:
Alicia Macchi
Escenografía:
María Celeste Etcheverry
Música Incidental:
Rodrigo Molina
Música En Vivo:
Pablo Cominassi, Jansel Torres
Efectos Sonoros:
Rodrigo Molina
Arte Visual:
Mauricio Brunetti
Comunicación:
Paula Simkin
Diseño gráfico:
Rodrigo Molina
Asistencia de dirección:
Hernan Schifano
Asistencia De Escenas:
Hernan Schifano
Prensa:
Paula Simkin
Producción ejecutiva:
Adriana Yasky
Producción general:
Mauricio Brunetti
Puesta De Luces:
Ricardo Sica
Puesta en escena:
Mario Moscoso
Dirección:
Mario Moscoso

 


 

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