CARROUSEL

Dicen, quienes lo han estudiado que el teatro, esa maravillosa creación del ser humano, no es una simulación de una historia, sino, que es el resumen de la vida misma.

Es por ello que esta expresión artística logra integrar al espectador a la historia para la cual, de alguna manera, fue convocado, convirtiéndolo en testigo activo de lo que se está presentando.

Esto ocurre al presenciar Carrousel, una formidable propuesta con dramaturgia y dirección de Ernesto Falcke, que nos introduce en la violencia de género, un drama de terrible actualidad en nuestro país, que las mujeres lo sufren en mayor medida.

El texto nos habla de dos personas que se aman intensamente, que han comenzado una relación profundamente amorosa, entregados a esa hermosa experiencia de vida. Prometen amarse con la máxima devoción y que los ojos de uno, sean los del otro . Él es un encantador seductor y la pareja vive una felicidad y entrega tal, que ella tiene miedo que realmente sea duradera.

Esa duda no tarda en darse a conocer, cuando él comienza a querer mirar a través de los ojos de su enamorada, lo que da pie a las primeras disidencias, cuando ella percibe una pérdida de su intimidad, como que su enamorado se posesiona de toda ella, despojándola de su independencia.  Unos enfermizos celos lo van afectando, iniciando una crisis que se va acentuando, y que finalizará con actos violentos, que es en sí la centralidad de la temática.

La historia de la humanidad nos muestra que la cultura occidental está viciada desde su mismo origen. Todas sus religiones monoteístas son patriarcales, en las cuales la mujer siempre tuvo un lugar secundario. Hasta el mismísimo halago, con la que se la quiso valorar, es altamente discriminatorio. “DETRÁS DE UN GRAN HOMBRE HAY UNA GRAN MUJER”, nunca a la par, siempre priorizando el rol masculino.

Por lo tanto la violencia de género viene desde el comienzo mismo de la humanidad. Aclaremos que la violencia de género no es solamente física, este tipo de agresión puede tener distintas formas y comportamientos abusivos, persecutorio, físico, sexual, emocional, económico y el psicológico. Esta violencia más sutil intimida, provocando miedo. Amenaza con causar daño físico a los seres queridos o destruir los bienes, fuerza a aislarse de las amistades, de la familia o de los ámbitos sociales frecuentes. Obliga a dar explicación a cada uno de los actos realizados.

En Carrousel predomina este último, no hay violencia física, que es su gran mérito, todo está marcado, pero no es explícito y en un momento sumamente conmovedor, el agresor le pide perdón por su conducta y ayuda para no volver a provocar más violencia.

Es aquí cuando nos genera la gran duda, ¿el perdón personal finaliza con esta aberración, el violento puede cambiar, la agredida puede confiar en su seguridad, o son las reglas sociales que deben modificarse? Hoy día la muerte de mujeres es atroz y continúa ante un desinterés y pasividad del poder judicial. Para peor cuando una agredida resuelve denunciar en la justicia, la respuesta que reciben es ¿¡qué le hiciste para que ocurra esa reacción!? Esa indiferente insensibilidad, ese enfermizo machismo de la inexistente justicia, avalan y permiten la perpetuación de los violentos. Aun con los avances logrados, ¿la mujer está en iguales derechos y posibilidades en esta sociedad?

Una obra valiente, doblemente meritoria pues un varón la generó, se introduce en este histórico drama y nos hace reflexionar sobre nuestras conductas.

Esta magnífica concreción artística es un resumen de esta enorme falencia de la raza humana, de la vida misma y que la lucha sin pausa del movimiento femenino está tratando de cambiar.

La magnifica dirección, generando escenas con movimientos corporales de destreza física y otros de hondo dramatismo permitieron el lucimiento actoral de Matías Bertiche, componiendo un notable psicópata manipulador. Natalia Pascale se adentra en esas memorables composiciones actorales, sus cambios anímicos desde la amante total a la sufrida violentada, sus movimientos corporales y su entrega al personaje son, como se diría, de altísimos quilates. Su trabajo actoral es emocionante.

Una obra muy valedera con algunas instancias para la reflexión y la discusión con un final que utilizando un término futbolero “la dejó picando,” para el posterior debate sumamente interesante y con mucha participación de los espectadores.

Todo lo referente a la parte técnica a la perfección indudablemente.-


JAIME TARASOW.- AM 1580 TRADICIÓN.-

ITACA COMPLEJO TEATRAL- Humahuaca 4027.-


Ficha Técnica:

Elenco: Matías Bertiche & Natalia Pascale

Escenografía y vestuario: Ayelén Betti

Expresión física: Sandra Fiorito

Música: Carlos José Cura

Moderadora del Debate: Carolina González

Diseño de luces: Ernesto Falcke

Diseño gráfico: Mai Scalisi, Sofía Di Fabio

Dirección y Dramaturgia: Ernesto Falcke

Participa del debate: María Marta Herrera (Profesora en Filosofía y Especialista en Educación en

Género y Sexualidades).


El oído interno participa en el equilibrio. Un equilibrio se pierde por movimientos interiores o exteriores. Sin oído no escuchamos, sin equilibrio caemos”.


 




 

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