LA PONEDORA, el último milagro

LA PONEDORA el último milagro, de la joven y muy prometedora dramaturga Ana Lucia Rodríguez es de esas obras que nos incitan a verlas y disfrutarlas mas de una vez, pues mas allá del mordaz y punzante humor hay una penetración a ciertos dilemas de la sociedad que aun están sin dirimir. Entre ellos el valor de las religiones al día de hoy.

La temática gira en torno a una iglesia del interior de la provincia de Buenos Aires que nota una permanente pérdida de fieles debido al avance de las iglesias evangélicas de los pastores-as sumamente comerciales , peligrosas pero mas cercanas a sus fieles, a quienes le ofrecen regalos y tratan de comprender los problemas del ser común.

Luego de conversaciones y algunas reacciones disidentes entre el Monseñor y el párroco que rigen los destinos de esa iglesia, ya que los intereses de ambos se contraponen sobre el destino de la Iglesia, y a pesar de las disidencias deciden tomar en consideración un mito popular de la zona y recurren a un último recurso. Recurren a la madama del prostíbulo del pueblo, que hace creer del milagro de una mujer criada en un gallinero que aprendió y pone huevos milagrosos en ese burdel. Ello lleva a innumerables cantidad de fieles a la Iglesia solicitándole milagros.

La ponedora es hija de la astuta matrona, a quien el sacerdote conoce desde mucho tiempo. Es una joven al parecer algo desquiciada, y con ello tratan de salvar la difícil situación por la atraviesan y reconquistar a los fieles, llevándola a la parroquia y atrayendo nuevamente a los incautos fieles, olvidando que la iglesia debe aportar algo mas que la creencia en un ser superior.

¿Se puede engañar la inocencia de los creyentes con lo sobrenatural?. En distintos momentos de esta riquísima temática la hipocresía de los supremos talla a fondo y queda demostrado que la iglesia esta detenida en el tiempo. El poder de esta iglesia va decreciendo en las necesidades diarias e imperiosas y acercan a los fieles a las otras congregaciones, pero la lucha a encarar es no perder el poder aun apelando a denigrantes falacias.

¿Es la fe en lo sobrenatural la solución a los problemas y conflictos que a diario sufren los habitantes del planeta ?.

A esta altura de nuestra existencia la limosna no es la solución a la injusticia en la cual está regido nuestro universo por una sociedad materialista y en nuestro país salvo los curas villeros y alguna excepción de algunas diócesis la iglesia sigue en el patriarcado. La mujer no puede ser mas que monja, ademas y se sigue discutiendo el celibato.

Sin agresión, solo exponiendo hay una inmensa crítica a la iglesia que al decir de el inmenso Atahualpa Yupanqui sigue sentándose en la mesa del patrón. Un fabuloso espectáculo que gira en el humor grotesco, sumamente creativo que debido a la mas que eficiente dirección, genera estupendas actuaciones.

El mensaje final que nos hace meditar dice:”que si no hay huevos para uno no hay huevos para todos”.

Personajes muy bien diseñados y que nos muestran que ciertas esferas de ayuda y comprensión del ser humano no se adaptan a los nuevos tiempos a los cambios que a diario suceden .


JAIME TARASOW.- 1580 TRADICIÓN.-

TEATRO BECKETT- GUARDIA VIEJA 3550.- DOMINGOS 19 HORAS.-

Ficha técnico artística

Actúan:
Eugenia Aguilar, Zoe David, Santiago Fraccarolli, Gaston Frias, Martín Kahan, Rocio Saldeña
Vestuario:
La Ponedora Compañía Artística
Escenografía:
Esteban Siderakis
Diseño de luces:
José Binetti
Música:
Gaston Frias, Santiago Grandone
Asistencia de dirección:
Juan Ignacio Barea, Giuliana Zinga
Prensa:
Valeria Franchi
Puesta en escena:
Ana Lucia Rodriguez
Dirección:
Ana Lucia Rodriguez




 


el colaborador de Jaime Tarasow Rodolfo Renner escribio:

La Ponedora,el último milagro, es una comedia divertida muy bien escrita por Ana Lucia Rodríguez que trata la situación difícil que transita la Iglesia Católica, perdiendo muchos fieles que se están yendo a otras religiones, la afrobrasilera del vodum o a la evangélica, que traen nuevos bríos, mas divertidos y menos solemnes.

Para atraerlos nuevamente el Monseñor y el padre de la parroquia recurren al prostíbulo de Ayacucho donde está ubicada la misma para atraer a la mujer que por haberse criado en un gallinero aprendió a poner huevos. La quieren llevar a la iglesia para exponerla y atraer a los fieles como si fuera un milagro.

Las actuaciones de todos son muy buenas, cada uno se luce en su papel. Excelente el vestuario y la iluminación. Una obra que nos muestra la hipocresía , las ambiciones personales que alcanza al ser humano, sea religioso o ateo.

Ahí observamos las virtudes y pecados de nosotros,

Excelente sátira , merece verla.



 

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