MOLDEADA A IMAGEN Y SEMEJANZA


 

La vida cotidiana es una fuente interminable de situaciones que el diario transitar nos enfrenta. Ya de por sí el ser humano es muy complicado y no siempre consciente de sus reacciones; vivimos condicionados por múltiples factores, ademas la realidad de los comportamientos es siempre compleja.

La impactante MOLDEADA A IMAGEN Y SEMEJANZA , dramaturgia de Ruben Mosquera, nos presenta una historia de amor donde los condicionamientos como los deseos no son concretados.

Un inesperado encuentro entre un padrino y su ahijado después de un largo tiempo que por circunstancias de la vida misma, genera una inmensa alegría entre ambos. El padrino fue muy amigo del padre ya fallecido y lo quiere a él como a un hijo. En el breve encuentro se cuentan algo de sus vivencias. El padrino le comenta que tras varios fracasos encontró el amor de su vida. Por su parte, el ahijado, arrepentido, enojado con él mismo le dice que tras un tiempo en pareja, por cuestiones sin importancia se enojaron, aunque el reconoce el error cometido y que aun la sigue amando.

Al despedirse quedan en encontrarse en unos días, encuentro en el cual conocerá a la pareja del padrino. Es en esas circunstancias en que el joven recibe un impacto pues quien está frente a él es su ex pareja, a quien trata de reconquistar.

La historia está contada como en capítulos, unos más largos que otros, con mucho suspenso entre cada uno de ellos. Cuatro sillas son solamente el decorado, en el cual el amor y las vivencias de los personajes son el leitmotiv.

La sinopsis nos pregunta: ¿el amor como pulsión animal puede sobre la amistad como construcción cultural de siglos? ¿El amor justifica todo? ¿Qué vale más, el amor o la amistad?

Es cierto que el amor genera un impulso de entregarnos por entero, que a su vez nos impulsa a salirnos de nosotros mismos. También debemos reconocer que hoy día el amor no supone la obediencia debida de la mujer hacia su pareja, sino que también ella busca realizarse.

La estremecedora dramaturgia incursiona en temáticas muy del momento: las complicadas relaciones de pareja, la violencia de género, el sometimiento patriarcal de la mujer, las relaciones enfermizas.

Esos reencuentros provocan el triángulo amoroso, ambos jóvenes a pesar de su separación se siguen amando, pero ella se siente segura con su actual pareja a pesar no amarlo. Esta situación produce un trastorno en él que no puede superar.

Dicen que los corazones privados del amor se vuelven crueles, feroces y por demás crueles. Esta angustia lo lleva a conformar otra pareja a quien quiere convertirla en su frustrado amor. La ferocidad prima en esta enfermiza relación. Ella debe realizar todo lo que el dispone a semejanza de la otra. No puede negarse, porque no puede o no desea, mas la violencia juega en su contra abandonándolo. Una nueva frustración del desdichado amante.

Un trágico final está cercano; si bien el espectador ya conoce el final desde la primera escena, el epílogo de esta perversa relación es como si cada uno la debe dilucidar .

Magníficas actuaciones Natalia Vacis con amplia capacidad actoral realiza los dos personajes femeninos. Andres Reid compone un tortuoso ahijado y Mario Campodónico nos deleita con su capacidad actoral.

Una muy lograda dirección es como la frutilla del postre.

Una concreción artística que refleja un presente donde la violencia impera en todos los estratos de esta sociedad patriarcal perjudicando las relaciones humanas.

El amor es una de esas vivencias que tenemos que en el transcurrir del tiempo sigue padeciendo inestabilidades y conflictos anímicos.

JAIME TARASOW.- 1580 TRADICIÓN.-

ACTOR´S STUDIO TEATRO.-SÁBADOS 20 HS.-DIAZ VELEZ 3842.-

 



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