EL CHE Y YO

 

EL CHE Y YO es una dura pero a su vez tierna composición artística sobre las últimas instancias de este símbolo de la humanidad, al que le quitaron la vida militares bolivianos. Es un desafío extremadamente difícil el de adentrarse por medio de obras o narrativas que tratan por medio del arte, de sucesos o personajes en forma imaginaria.

La historia se centra en Bolivia el 8 de octubre de 1967 en la escuelita de la Higuera. El comandante había caído detenido y en ese lugar estaba a la espera del ajusticiamiento.

En esa tortuosa espera se la aparece Lari Lari un personaje mitológico de esa zona del altiplano, quien preocupado por su pérdida de popularidad se arroga el haber detenido al Che con el propósito de robar su alma. Sería en su creencia el golpe maestro, apropiándose de ese modo del reconocimiento y la fama del inmortal guerrillero.

Lari Lari generalmente se apoderaba del alma de sus víctimas para conseguir los propósitos que quería, fundamentalmente ser un emblema de adoración. Como hábil ladrón de la paz de los últimos minutos, en ese ficcional encuentro se dispone a someter al ya legendario combatiente.

Le reprocha infinidad de sucesos, su derrota en la aventura boliviana, recuerdos de su vida. El Che es un ser distinto, no es fácil destrozar a un ser semejante, ya casi mitológico, buscando cada fuga posible o vacilación adentrándolo hacia alguna debilidad.

En toda esta secuencia dramática la puesta teatral va haciendo un repaso de su existencia en una meditación sobre la misma. En todas estas facetas está siempre presente el ser humano en toda su amplitud. Lo de Bolivia quizás haya sido un error de cálculo y no se previó que la idiosincrasia del cubano es distinta al del boliviano, éste es desconfiado del extranjero por razones históricas .-

Este notable logro artístico que aúna imaginación con realidad que se adentra en las últimas horas del inmortal guerrillero, lo honra y lo sitúa en el pedestal en que la humanidad lo ha colocado.

La historia de la concepción artística en cada una de sus especialidades esta plagada de estas dos concepciones, que realzan la cultura.

El concepto de ficción varia según se use, puede existir fuera del arte como, por ejemplo, en las tradiciones de personajes legendarios, las que se trasmiten a través de generaciones ligados a determinados valores. Pero también presenta un gran dilema ¿como podemos aceptarla sabiendo que la misma es una evidente falsedad o producto de la imaginación humana?

Sin dudas debemos admitir que esa es la magia de la ficción. No es una obra política aunque la misma esta siempre presente.

A un sobresaliente texto de Raúl Garavaglia a quien se le debe también la excelente dirección, en un espacio sin decorados, pues solo un aula de escuela, logra generar momentos sumamente dramáticos, diría conmovedores. Las interpretaciones son descomunales. En algo ayuda el total parecido físico facial de Laurentino Blanco en el Che. Lo de Tomas Claudio componiendo la figura mitológica, aúna a una estupenda interpretación un enorme despliegue físico corporal.

Un gran logro artístico humano que emociona al espectador.


JAIME TARASOW.-1580 TRADICIÓN.-

PATIO DE ACTORES.-LERMA 568.- DOMINGOS 18 HS.-

Ficha técnico artística

Dramaturgia:
Raul Garavaglia
Actúan:
Laurentino Blanco, Tomàs Claudio
Diseño de luces:
Raul Garavaglia
Diseño gráfico:
Decero Identidad Gráfica
Asistencia:
Sebastián Mejías
Asistencia De Producción:
Ana Tolosa
Utilería:
Matias Noval
Puesta en escena:
Raul Garavaglia
Dirección:
Raul Garavaglia

Duración: 65 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos





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