DE PROFESIÓN MATERNAL

DE PROFESIÓN MATERNAL, esta inquietante obra de Griselda Gambaro se adentra en los mas profundos sentimientos conflictivos a los que la degradada sociedad ha llevado a la humanidad femenina. Un cuestionamiento al abandono de los hijos La consigna imperante hasta hace poco tiempo atrás, era que no sos mujer si no sos madre.

Una pareja de dos mujeres, una de ellas es madre pero abandona a su bebe y continúa la relación con su pareja.

El guion de la historia nos presenta el reencuentro de esa madre con su hija luego de 40 años de haberla abandonado. La pareja de la madre convive con ella desde muchísimos años. Entre las tres mujeres se suscitarán escenas que marcarán la tremenda frialdad de una madre que no sabe que es serlo o no se siente como tal, que quiere encausar una relación familiar distante hasta entonces y a una hija que se crió con el padre pero con la falta del amor y cariño maternal.-                                                                                                                         También la dramaturgia inquiere que los vínculos familiares son construidos socialmente con enorme afecto y ya no tan imbuidos en el tejido tradicional, pues todo está cambiando en los últimos tiempos. Tales cambios se deben a un nuevo ordenamiento social familiar y el derecho de las mujeres a adaptarse a ellos pero, tales avances no avalan el desconocimiento de una hija parida por decisión propia y no producto de violación. Aún con sus tremendos conflictos internos está en la búsqueda de reconstruir los vínculos largamente desechados.

Es de destacar el reencuentro tardío que gracias a la maravillosa tarea de madres y abuelas de Plaza de Mayo lograron reintegrar a las familias originales, los bebes secuestrados de la última sangrienta dictadura. Pero no todos reaccionaron por igual, no es fácil aceptar tal violento cambio de identidad a pesar que el abandono fue por secuestro. Las madres y abuelas buscaron hasta que la vida se los lo permitió. Siempre existió por ambas partes la voluntad positiva y el enorme calor y cariño por tal recuperación.

Pero a pesar de los deseos, el distanciamiento tan largo pesa y es lo que pasa en este caso, el encuentro es de una terrible frialdad por ambas partes casi se podría definirla como antártica pues ambas esperaban otra cosa. Hubo mas feeling entre la pareja que comprendió las frustraciones de la hija desahuciada, que en la propia madre que ni siquiera sintió la necesidad de un abrazo ni siquiera un apretón de manos. “No siento nada” decía.

Prácticamente sin decorados las acciones van tomando una enorme intensidad dramática que penetran hondamente en los espectadores.

Las relaciones humanas a través de la historia fueron siempre difíciles de comprender pero el rechazo maternal está mas allá de la comprensión.

No existe el arrepentimiento y menos el intento de un principio de acercamiento . Una madre que no reacciona, una hija profundamente dolida y desconcertada, acrecienta el odio de esa hija que no es recibida como tal y que no sabe porque le pagaron el viaje para el frustrado encuentro.- Alejandro Vizzotti dice que están aquí expuestas maternidades no hegemónicas como la convivencia entre mujeres, donde hay un choque entre deseo y sentimiento y que es considerado como la norma de una época.

Muy logradas las actuaciones en esta grisácea historia muy bien dirigida por Alejandro Vizzotti. La parte técnica a la perfección.

JAIME TARASOW.- 1580 TRADICIÓN.-

TEATRO CAMARIN DE LAS MUSAS.-MARIO BRAVO 960.-

DOMINGOS 17.30 HS.-

Ficha técnico artística

Autoría:
Griselda Gambaro
Actúan:
Sol Cintas, Cecilia Labourt, Elvira Onetto
Vestuario:
Paula Molina
Escenografía:
Ariel Vaccaro
Iluminación:
Mariano Dobrysz
Fotografía:
Pablo Garber
Diseño gráfico:
Diana Rutkus
Prensa:
Paula Simkin
Producción ejecutiva:
Carola Parra
Dirección:
Alejandro Vizzotti

 



 


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