EL CAZADOR Y EL BUEN NAZI


Hay quienes dicen que el teatro es vida, es pasión, es intensidad, es acción dramática, es búsqueda de territorios nuevos, es estar abierto a que cada función sea una ceremonia abierta al asombro para encontrar siempre algo no visto la primera vez.

En junio del 2022 vi por primera vez esta notable concreción artística que es EL CAZADOR Y EL BUEN NAZI nota que figura en mi blog, la cual vuelvo a suscribir, pero esta nueva ocasión me impactó aun más que la anterior. Creo, y estoy seguro de no exagerar, que esta elaboración teatral en su conjunto todo, es una pequeña obra maestra, pues más allá de su aspecto artístico, es al mismo tiempo una mirada de una tragedia vivida por la humanidad que fue la segunda guerra mundial y la Shoa en particular, como el hacernos comprender las miserias a que son propensos los humanos.

Mario Diament desarrolla su talento en este encuentro ficcional que tiene algo de verdadero entre el nazi Albert Speer y Simon Wiesenthal, donde desnuda el negacionismo de los genocidas que cumplían su tarea y no sabían de la tragedia que ocurría. La misma excusa de los exterminadores de la ultima dictadura cívico-militar con la coartada de la obediencia debida.

Speer ante las agudas preguntas del cazador de nazis se refugia en que él nunca mató a nadie y que los seis millones del Holocausto es una cifra abstracta, como nuestros negacionistas criollos sobre los treinta mil desaparecidos.

El negacionismo es el primer paso a la negación total de las tragedias que la perversión humana mediante la sofisticación de la crueldad cometieron a través del tiempo. Asimismo es defendido por quienes eligen negar la realidad para evadir una verdad histórica.

El nazi Speer en todo el encuentro niega saber algo, habiendo sido la mano derecha de Hitler, pues solo estaba interesado en el control de la fabricación de armamentos, era según él, un militar de escritorio.

Cuando todo parece converger hacia que el buen nazi realmente lo era y el juicio de Nuremberg habia sido injusto con él por los 20 años de castigo, una carta enviada por Speer a una amiga o amante, donde le cuenta todo lo relativo a la solución final, desenmascara a este genocida de guante blanco. Hoy ésta desmentida a la realidad histórica está recrudeciendo en muchos países del mundo, la venta y el contrabando de armas es el gran negocio y se considera que más de 150 conflictos armados están desangrando a inocentes víctimas.

El director ha logrado generar una chispa teatral entre espectadores y artistas, que le dan vida a la dramaturgia. Este es un mérito por la libertad en la elaboración actoral que alcanza momentos memorables. Nos enseñó Stanislavsky “que para actuar hay que llenarse el cuerpo de voluntad, hay que tener gran energía” y vaya si estos dos enormes actores lo desarrollan sobre el escenario.

A quienes queremos creer en la justicia nos queda la amargura con sus fallos , como los de Nüremberg que fueron con muy pocos condenados y la mayoría con penas leves, que no estuvieron a la altura del horror infringido. Lo dijo Platón en su tiempo “La peor forma de injusticia es la justicia simulada”.

Las conductas de quienes nos consideramos racionales, son difíciles de comprender, por ejemplo, el ser humano es el único ser viviente capaz de matar, torturar, aniquilar a individuos de su misma especie sin ningún sustento racional, quizá sólo por lo material, el odio, que sólo puede provenir del deseo de destruir al semejante. Por contraste la agresividad animal es eminentemente defensiva y está al servicio de obtener alimento.

Una última reflexión de Mark Twain “A veces me pregunto si el mundo está siendo gobernado por personas inteligentes que nos están embromando, o por imbéciles que hablan en serio.”

DEFENDAMOS EL TEATRO CONTRA LA DESTRUCCIÓN A LA QUE LO QUIERE LLEVAR EL ACTUAL GOBIERNO.

JAIME TARASOW.-www.1580 TRADICIÓN.-

TEATRO METROPOLITAN.-CORRIENTES 1343.-

DOMINGOS 17 HS.-

 Ficha técnico artística

Autoría:
Mario Diament
Actúan:
Ernesto Claudio, Jean Pierre Noher
Voz en Off:
Gabriela Licht
Diseño de vestuario:
Daniela Taiana
Diseño de escenografía:
Héctor Calmet
Diseño de luces:
Miguel Morales
Realización de escenografía:
Paula Molina
Realización de vestuario:
Volodymyr Hlavadskyy
Musicalización:
Jean Pierre Noher
Fotografía:
Gianni Mestichelli
Diseño gráfico:
Nahuel Lamoglia
Asistencia de dirección:
Christian De Miguel
Prensa:
Marcos Mutuverría
Producción ejecutiva:
Mauro J. Pérez, Alberto Teper
Dirección:
Daniel Marcove



 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL EQUILIBRISTA

"DORA, un ingrediente especial"

EL HOMBRE DE ACERO