JURAMOS NO MORIR DE AMOR
El teatro, este maravilloso arte artístico, nos regala permanentemente logros de una jerarquía que además de disfrutarlos, nos hace reflexionar sobre distintos aspectos de nuestra existencia
Tal es el caso de JURAMOS NO MORIR DE AMOR, donde dos realidades incontrastables o antagónicos como el amor y la muerte son la esencia de este conversatorio femenino, sumamente poético lleno de ternura como de amor a la vida misma.
Tres mujeres despiertan en un lugar, donde desarrollan una revisión de sus existencias vividas.- Las tres se presentan y comienzan a conversar temáticas relativas a su rol de mujeres en sus vidas, y su realización como tales.
Una fue una activista con importante participación en el proceso revolucionario, y de un acercamiento en trabajo mancomunado con Lenin, uno de los conductores del derrocamiento de los zares. Otra es una cubana artista, residente en Nueva York. La tercera es una mujer salida de una novela de Margarite Duras, El Arrebato.-
Ana Rodríguez Arana autora del riquísimo texto, se adentra en lo mas profundo de la temática femenina, que a través de las vivencias de cada uno de los personajes, demuestra al amor como uno de los valores vitales de sus vidas y las dificultades que encontraron para cristalizarlo. Hacen una revisión del amor y la mujer en el siglo 20, revalorizando sus condiciones femeninas.
La revolución de octubre de 1917, generó una esperanza en la humanidad hacia un mundo mejor e integral, sin embargo, por falencias desgraciadas no se pudo concretar. Ideológicamente era de un avance importante y muy revalorizador. Pero, siempre hay un pero, el machismo siguió imperante y la mujer lo sufrió. También la pregunta que sale, si es cuestionable que la militancia, esté por sobre la vivencia personal o que el amor y la militancia puedan compartir los deseos en la conformación de tal persona.
En las conversaciones salen a relucir las dificultades que desde tiempo inmemoriales, las mujeres enfrentaron al poder y sus concreciones respecto al amor. Debían someterse al varón o morir en manos de su pareja, o como hoy día en la violencia de género. Los personajes muy bien diseñados por Ana Rodríguez Arana habitan en un no lugar. Una de ellas pregunta, como buscando una explicación a los horrores padecidos, “porque la muerte es inoportuna y no les permite la chance del regreso”?
Los diálogos giran en todas las dimensiones, tiernos, contrastantes y ásperos por momentos, las historias son dispares aunque está el deseo de disfrutar, concretar el amor en toda su magnitud, aun dentro de una sociedad de inmensa hipocresía. Porque amar libremente es un deseo a concretar que la sociedad debería aceptar.
En las tres se anidan lo instintos de rebelión, jurándose ante otro despertar, que no habrán de morir por amor, pues la vida es bella y el amor en toda su intensidad todo lo puede.
La enorme Laura Yusem puso la primera magnífica dirección, que siguió luego Ana Alvarado. Un sobrio diseño escenográfico le da realce a la muy lograda parte actoral.-
Un magnífico logro artístico que se logra en el templo del buen teatro que es el ITACA COMPLEJO TEATRAL.-.
HUMAHUACA 4027.- DOMINGOS 18 HS.-
JAIME TARASOW.www. 1580 TRADICIÓN.-
FICHA ARTÍSTICO/ TÉCNICA
Autora: Ana Rodríguez Arana
Actúan: Patricia Carbonari, Gabriela Daniel, Ana Rodríguez Arana
Vestuario: Carlos Di Pasquo
Escenografía: Carlos Di Pasquo
Realización escenográfica: María Guglielmelli
Música original: Cecilia Candia
Diseño De Iluminación: Alejandro Leroux
Fotografía: Lucas Levi Hadid
Diseño gráfico: Bárbara Braguinsky
Diseño de imagen: Ro Larroca
Asistencia de dirección: Daniel Braguinsky
Dirección: Ana Alvarado, Laura Yusem
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