PAJAROS QUE ANIDAN EN CUALQUIER PARTE

 

Nunca más oportuno en estos difíciles momentos que atraviesa nuestro país, con un gobierno que ganó las elecciones prometiendo un cambio, cambio que solo está favoreciendo al pequeño poder económico en detrimento de la mayoría de quienes lo habitamos, cambio que es como un golpe mortal a la cultura en todas sus facetas. En estos momentos tan difíciles  es el estreno de PÁJAROS QUE ANIDAN EN CUALQUIER PARTE. Una obra de una ternura que llega a lo más íntimo de los espectadores, que nos habla de las vicisitudes que padecen los jubilados, en especial las distintas contrariedades de la vida cotidiana por la que transitamos. La historia gira en torno a dos mujeres: una es una viuda sesentona que vivió un lamentable matrimonio, lastimoso, cruel y pleno de violencia explícita, la otra es una joven treintañera que sufrió el doble engaño de su pareja y que vive un trance de decepción y un permanente desconsuelo.

Es una obra tanto tierna como divertida que se centra en esa relación de las dos mujeres que al tiempo dan cuenta con gran lucidez algunas cuestiones ligadas al edadismo, estado del que no se habla con claridad en los medios sociales.

Hay una exacta definición de los mayores que dice “que uno no se vuelve viejo cuando se le arruga la piel sino cuando se le arrugan los objetivos a emprender.”

La mayor, ya jubilada, tiene algunos conflictos con la burocracia de Anses; la menor, a la que le gusta escribir, quiere ayudarla con una poesía para ganar un premio. A partir de allí nace una amistad que enriquece esa relación .

Ambas son de características distintas, amoríos frustrados, y tienen una mirada distinta sobre el futuro. La mayor disfruta de cada momento de su estancia terrenal, es activa en los círculos de jubilados, en actividades físicas como mentales, no piensa más que gozar de la vida.

La menor no piensa más que en la muerte y en su afición a la poesía. Sus escritos son el reflejo de su angustiada existencia. Así como fue ayudada a presentar una poesía, la jubilada a su vez, trata de influir en la otra, explicándole que una frustración amorosa o un despido de trabajo son consecuencias del devenir cotidiano y puede ser superado.

Un hermoso canto a la vida, a la amistad y un poco de reclamo a las injusticias a las que es sometido el humano por esta nefasta sociedad.

Una comedia que atrapa de inmediato por la calidez y humanismo de dos seres que luego de conocerse, elaboran una relación en la que ambas se necesitan. Una cabal demostración de que la solidaridad ayuda a los debilitados vínculos humanos..

Una eficiente dirección de Alfredo Martín le da un vivaz ritmo, jalonado con un impecable trabajo actoral de Luciana Procaccini y la sorprendente actuación de Gabriela Villalonga.

Una expresión artística que por su sencillez la engrandece aún más.-

JAIME TARASOW.-www.1580 TRADICIÓN.-MIEMBRO DE EDIT.-

ITACA COMPLEJO TEATRAL .- HUMAHUACA 4027.-VIERNES 20 HS.-