YA NADIE RECUERDA A FREDERIC CHOPIN

 

En un momento de su fructífera existencia el recientemente fallecido dramaturgo Roberto “Tito” Cossa expresó: “Toda obra teatral es política porque habla de la realidad, pues este maravilloso arte teatral generalmente logra tomar contacto directo con el espectador”

Cossa fue una figura relevante de la cultura en general y del teatro en particular, adentrado en el compromiso social y político. Prueba de ello son algunas de estas relevantes obras: La Nona,Tute cabrero, El viejo criado, Gris de ausencia,Yepeto.

YA NADIE RECUERDA A FREDERIC CHOPIN es una concreción teatral llena de poesía, de un inmenso humanismo que también deja entrever, las frustraciones de cada uno, de los grises que depara la vida, los deseos y aspiraciones que no se llegaron a poderse concretar.

La temática se centra en Susy, que a sus aproximadamente sesenta años va recordando las vivencias de la familia Galán, típico conglomerado de clase media deseosa de avanzar y desarrollarse en la cultura en un medio social conflictivo.

Padre exiliado, español republicano, hombre de letras orgulloso de la cultura española y emblemático anarquista. Su madre, deseosa de concretar su sueño: lograr que Susy llegue a convertirse en afamada bailarina de ballet. A Zule, hermana menor de Susy, quiere convertirla en concertista de piano. Siendo ella profesora de ese instrumento, le da las necesarias lecciones. Su deseo es lograr para ambas ventajosos matrimonios.

Esta hija menor es una dulce y romántica enamorada, que esperó toda su vida la vuelta de su amado Frank, el prototipo del revolucionario que unió sus ideas socialistas a la acción concreta. Como voluntario partió para integrarse a grupos milicianos que luchaban contra el nazismo y le prometió volver a su encuentro.

La dramaturgia entrelaza presente y pasado. El 17 de octubre era una fecha emblemática para las mujeres de la familia pues homenajeaban al gran compositor Chopin recordando su fallecimiento al colocar flores en su busto de la plaza de Villa del Parque, reconocimiento que siempre hacían en soledad, ellas solas.

La obra es un inmenso homenaje a los soñadores de un mundo más justo e igualitario que respete a la condición humana. Es un conmovedor deseo a que tales utopías dejen de lado la intolerancia sobre diferencias de forma que no son fundamentales para que quienes sueñan con un mundo mejor se unan contra los grupos económicos concentrados. El dominio de ese poder económico político va generando luchas fratricidas que aplastan a los pueblos sumiéndolos en la miseria.

Esta riquísima e impactante obra fue escrita en 1982 con la genocida dictadura aún en el poder, en la cual se proscribía todo aquello que no fuera de su agrado. Quizás por analfabetos o directamente, al dicho popular “burros”, los militares no advirtieron que ese 17 de octubre que emplea Tito Cossa es una subliminal manera de invocar el 17 de octubre de 1945, el más imponente movimiento de masas obreras hasta entonces.

En esta impactante como enternecedora concreción artística, está claramente plasmada la forma de pensar del importante escritor. No es una obra política aunque si gira en referencia a ella. En estos momentos que vivimos cobra una enorme trascendencia, ya que la ultra derecha fascista con el lamentable voto popular de una gran parte de una población enojada por gobiernos que no satisfacían sus necesidades, nos está despojando del natural romanticismo que en música representó Chopin .- 

A su vez es una composición teatral que mediante una temática cultural nos habla de los sueños, los deseos y la esperanza por un cambio en la humanidad. Por un mundo donde la violencia y la intolerancia no sean la constante y sí el anhelo para que quede en el olvido la discusión entre las personas que coinciden en su forma de pensar con pequeñas diferencias de matices. En un momento del emocionante desarrollo del espectáculo, uno de los personajes nos alerta: “el fascismo nunca desaparece, siempre está”. Recordemos que en la trágica guerra civil española, mientras las izquierdas defensoras de la república se peleaban y se mataban entre ellas, el nazi -fascismo de Franco avanzó destrozando España.

Una más que excelente dirección que logra magníficos logros artísticos tanto en lo actoral, lo técnico, como en lo musical. Quienes aspiramos a un mundo más justo e integral deberíamos aprender de esas derechas deshumanizadoras que se pelean entre ellas por la conquista del poder, pero cuando la lucha de los pueblos en la conquista o defensa de sus derechos las ponen en jaque, no pierden tiempo en vanas discusiones y se unen.

El arte debe ser un órgano moral de la vida humana y en esta obra, el talentoso dramaturgo lo cumplió con creces.

JAIME TARASOW.- www.1580 Tradición.-

TEATRO LA MASCARA.- PIEDRAS 736.SÁBADOS 17 HS.- 

 Ficha artística técnica:
Autor: Roberto Cossa
Protagonizada por: Stella Matute, Amancay Espíndola, Claudio Pazos, Daniel Dibiase, Leonardo Odierna, Brenda Fabregat
Dirección: Norberto Gonzalo
Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Realización escenográfica: Norma Rolandi, Patricio Gonzalo
Realización de Bustos: Natalia Mumbru
Diseño de luces: Leandra Rodriguez
Composición musical en vivo: Gerardo Amarante
Coreografía: Mecha Fernandez
Diseño gráfico: Marcelo Mangone
Asistencia de Escenario: Patricio Gonzalo
Fotografía: Ana María Ferrari – Cesar Remus
Prensa: Paula Simkin
Producción ejecutiva: Claudia Díaz
Asistencia de dirección: Christian Cominotti
Producción general: La Máscara Teatro 


 


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